Con qué se sella el inodoro al piso
Te enseñaremos todos y cada uno de los pasos y herramientas necesarias para llevarlo a cabo tú mismo.
¿Tienes fugas o malos olores? ¿Tuberías en mal estado? No es algo a eso que debas acostumbrarte, pero… ¿por qué invertir mucho dinero por una reparación mucho más simple de lo que imaginas?
Retire el inodoro viejo
Es conveniente dividir el inodoro viejo antes de retirarlo. De esta forma se evitan inconvenientes y fisuras en el suelo y las paredes. Para ello, cierra el suministro de agua al inodoro y cierra el grifo que está cerca del dispositivo.
El inodoro pierde agua abajo toda vez que descargas la cisterna.
En el momento en que dejas de emplear el baño, desaparece. Este es un tipo común de fuga en inodoros viejos, con tornillos de fijación oxidados, juntas gastadas o cañerías y juntas mal selladas. Si esta es la causa, la solución es simple y económica. Cierre el agua y vacíe la cisterna. Afloje los tornillos en la parte de abajo del inodoro y retire el inodoro. Mira el manguito -la conexión del inodoro a la tubería- y cerciórate de que no tenga fisuras. Si ves que está dañado, procede a modificarlo.
La conexión del inodoro con el desagüe tiene masilla, revisar si está gastada y probablemente halla alguna fuga de agua. Para renovarlo usamos masilla sanitaria. Introduzca la manga (puede ser maleable o recia) y ponga masilla alrededor para sellar la junta. Vuelva a disponer el inodoro y compruebe si el inodoro tiene una fuga desde abajo.
Obstrucción en las cañerías
Otro inconveniente común relacionado con la pérdida de agua es que las cañerías están obstruidas. En estas situaciones es simple de supervisar por el hecho de que el hedor va acompañado de la pérdida de agua.
La obstrucción provoca que el agua suba al inodoro y por último salga por donde puede. La solución en estas situaciones es desatascar adecuadamente las cañerías a fin de que no se acumule mucho más agua y mugre y agrave el inconveniente.
Llenador de inodoro
Introduzca la paja en el desagüe y ponga un accesorio de plástico con una junta correcta contra la pared. Marca los puntos, tanto en la pared como en el suelo, donde precisas fijar el bidé. Taladre agujeros en el piso y la pared donde marcó los puntos de montaje y fije los aguantes de acero, que tienen que sostener el bidé de forma estable y segura al piso. Ponga el bidé en el piso y enlace ámbas mangueras entrelazadas, que van a quedar escondes tras su bidé. Acerque el bidé a la pared, atornille los tornillos y apriete con unos alicates para eludir futuras fugas de agua.
¿Cuántas ocasiones viste tu casa y, poseído por el espectro de un diseñador de interiores, has amado destruirla y modificarlo todo? Ese baño que siempre y en todo momento has amado mudar desde los años 70, pero jamás llegaste, por temor al trabajo...
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