¿Cómo hacer para que la tierra no se ponga dura?
Si la tierra de una maceta se compacta Es muy normal que la tierra de una maceta se compacte transcurrido un tiempo. Por estas y otras causas, se aconseja el trasplante ocasionalmente. No obstante, existen muchas maneras de prolongar el intérvalo de tiempo entre trasplantes y eludir la compactación que es tan perjudicial para nuestras plantas. La compactación del sustrato en las macetas se genera primordialmente a lo largo de la siembra y por la acción del agua de riego, que va asentando el suelo. La compactación hace difícil el desarrollo de las raíces, el drenaje de la maceta, además de esto, hace difícil la distribución traje del agua de riego. Esto pasa pues el terrón de tierra compactado se regresa muy impermeable al agua. Así, se daña todo el sistema vivo cerca de las raíces. Debido al mal drenaje, el agua atascada impide la aireación del suelo, alterando completamente el microbioma, favoreciendo las bacterias anaeróbicas y descartando los organismos aeróbicos. Lo opuesto asimismo es dañino. Un cepellón seco, bien difícil de regar, puede ocasionar la desaparición de las raíces en múltiples sitios, aparte de microorganismos beneficiosos. Por no charlar de las lombrices de tierra, tan dependientes de la buena humedad del suelo. Los dos inconvenientes suceden en exactamente la misma maceta, pues en el momento en que llovizna, el agua se atasca por días y después esa agua se seca y se hace bien difícil regar el duro cepellón. Para eludir la compactación, es requisito ofrecer composición al suelo. Este acondicionamiento puede darse por la adición de elementos esenciales en la mezcla del sustrato. La arena y la materia orgánica tienen ese efecto. El grano de arena, de mayor tamaño que un grano de arcilla, deja mayores espacios entre los granos, estructurando el suelo, permitiéndole filtrar el agua, favoreciendo la distribución del agua y un especial drenaje, aparte de una aceptable aireación. Aparte de fertilizar el suelo, liberando nutrientes fundamentales como Nitrógeno, Fósforo, Potasio y micronutrientes; la materia orgánica asimismo tiene la aptitud de sostener la textura del suelo, eludiendo la compactación. Esta aptitud cambia bastante de un material a otro. Materiales de rápida descomposición, dejan libre velozmente una aceptable proporción de nutrientes, pero entonces pierden su aptitud para acondicionar el suelo. Los materiales de humillación lenta son mucho más atrayentes para el acondicionamiento del suelo en un largo plazo, aun si no son tan ricos en nutrientes. La estabilidad en medio de estos elementos en combinación con las pretensiones de las especies que plantamos provoca que debamos localizar el instante de combinar el sustrato. La mezcla frecuenta contener unas partes de arena, arcilla, materia orgánica en distintas des. Un fallo bastante común es utilizar solo tierra de jardín para cultivar en macetas. Es fundamental combinar con arena para un óptimo drenaje y composición. Fuentes de materia orgánica La tierra negra o vegetal, o los compuestos orgánicos familiares, el humus de lombriz, la cascarilla de arroz torrado, la turba, los desechos animales tienen que considerarse compost y tienen que incluirse en la mezcla en menor proporción. La mezcla base usada para la mayor parte de las plantas decorativas es parte de arena, parte de tierra vegetal y parte de tierra de jardín habitual. Pero no olvide estimar las pretensiones y especificidades de cada clase.
Si la tierra está muy apelmazada, utiliza un tenedor
Si la tierra de las macetas está tan apelmazada o compactada que no deja pasar el agua, lo único que puedes llevar a cabo es utilizar un tenedor y revuélvelo de manera cuidadosa. Una opción alternativa es llevarlos contigo y colocarlos en un balde de agua hasta el momento en que observemos que está absolutamente empapado.
Se acostumbra meditar que cuanta mucho más agua recibe una planta, mucho más y mejor medrará, pero la verdad es que si regamos en demasía, acabaremos ahogando las raíces. Tienes que tener esto presente y regar solo en el momento en que sea preciso, eludiendo encharcamientos pero humectando bien toda la tierra.
De qué forma progresar la tierra del jardín en el momento en que ahora hay cultivos
Entre los mayores inconvenientes en el momento de volver a usar un mismo espacio de cultivo son los nutrientes. Tras cultivar en un espacio, la tierra se agota. Ser con la capacidad de producir vida supone la transferencia de esos elementos que permiten el desarrollo de las plantas del jardín. Algo que, en especial en el momento en que cultivamos vegetales de alta demanda, puede ser verdaderamente dramático para el suelo de nuestro jardín. Una aceptable razón para prestarle atención antes de regresar a plantar.
Para prosperar el suelo del jardín, indudablemente tienes que fertilizarlo. Y de ningún modo. Ya que nuestro cuarto de cultivo es para alimentos, debemos tener bastante precaución al seleccionar el género de fertilizante. Por este motivo, lo idóneo siempre y en todo momento es apostar por las de origen ecológico. Fertilizantes naturales que mejoran substancialmente la composición y los nutrientes de nuestro suelo.
Si la tierra tiene un aspecto cobrizo arcilloso, que te mácula las manos al tocarla, tienes que aclararla un tanto pues esta tierra asfixiará las raíces de tus cultivos. ¿Si?
- Hierve agua y pone el líquido en un rociador y arroja el agua ardiente sobre el suelo.
- Tapar la maceta con plástico hasta ver seca la tierra (unos diez-12 días)
- Entonces añadir perlita, arena caliza, sustrato universal y humus de lombriz.
- ¡Listo para medrar!
- Hervir agua y rociarla en el suelo
- Tapar la maceta con plástico y dejar al sol a lo largo de diez-12 días.
- Revisar si hay bichos y añadir sustrato universal y humus de lombriz.
- ¡Listo para medrar!
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