¿Qué tiene que tener un jardín zen?
El jardín zen es un espacio que te transporta a un estado de reposo, relajación y meditación. De ahí que, es requisito que lo diseñes según tus deseos, a fin de que consigas poner en él elementos y elementos que vayan con tu personalidad y te den calma. Eso sí, ten siempre y en todo momento presente que hay algunas especificaciones y factores precisos que tienes que utilizar para no perder la esencia de un jardín zen original.
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La relevancia de las plantas en la vivienda
En el momento de personalizar la vivienda, bastante gente eligen por integrar plantas, así sea en una maceta, parterre o jardín.
Las plantas nos acompañan desde la antigüedad y se piensan un factor preciso para ofrecer vida y dar algo de naturaleza a nuestros hogares.
Origen del Jardín Zen
El Jardín Zen o Karesansui es un género de jardín seco que se produjo en El país nipón. Su composición es realmente simple, puesto que se apoya en 2 elementos que están disponible para todos: arena y piedras. Su propósito primordial es acrecentar y fomentar la paz interior y achicar el agobio por medio de la hermosura y la distinción. El minimalismo puro es la parte más esencial, con lo que impide la iniciativa de un jardín como algo lleno de flores y plantas. El simbolismo asimismo es primordial: la arena o grava del jardín zen representa el mar o el agua, y las líneas que se forman en la arena representan el estado de esas aguas. Ciertas teorías nos aseguran que el jardín zen fue desarrollado por los frailes y lo utilizaban para meditar. Otros, que es una creación de Occidente, fundamentada en el imaginario y la civilización de Japón. Sea lo que sea, el propósito primordial del jardín zen es la relajación.
En la actualidad cada vez es mucho más preciso un espacio en nuestro hogar que ofrezca paz y calma y deje atrás el agobio del día a día. En estas situaciones, un jardín zen en miniatura es el ámbito idóneo para ejercicios de relajación y meditación que dismuyen la tensión y te conectan con tu hogar. Proteger tu mini jardín zen te va a ayudar a impulsar la imaginación, que en ocasiones queda ahogada por las tareas y obligaciones. Al trabajar en tu jardín zen, practicas mindfulness, relajas tu cabeza y eso de a poco te va a abrir novedosas puertas.
¿Qué se precisa para llevar a cabo un jardín zen?
Antes de seguir, tienes que tener claro que no hablamos de enormes superficies. Al final de cuenta, hablamos de tener una esquina donde representar esta escala de todo el mundo a tu medida.
Las dimensiones no van a poder sobrepasar los diez x 30 metros. Si no tienes lugar para esto en un porche, puedes hacerlo en tu casa. E inclusive hay quienes las hicieron propias en terrazas o balcones.
Escoge el tamaño de tu jardín zen
Valora el espacio libre, tanto si andas creando un jardín zen que ocupa una parte de tu jardín tal y como si andas creando un jardín de mesa, los procedimientos que se deben llevar a cabo son exactamente los mismos , solo las dimensiones van a ser distintas. Ya que es una escena de jardín, su tamaño ha de ser con limite y no debe sobrepasar los diez×30 metros.
Haz un molde que tenga dentro la arena o grava, puesto que es el elemento fundamental de esta composición. La arena o grava forma la matriz de los jardines zen y para sostenerla estructurada es requisito poner la matriz en un envase que delimite el espacio. Así sea que esté creando un jardín zen grande o pequeño, en interiores o exteriores, los tablones de madera tienen la posibilidad de ser un material perfecto para acotar el espacio. Si el jardín es grande y no tienes madera, puedes definir el espacio con la tierra del propio jardín.
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